Hoy a sido mi primer día oficial en el mundo de las grandes corporaciones farmacéuticas.
Mi jefe me ha conseguido un contratillo (3 meses prorrogable, a empezar hoy) con una farmacéutica cuyo nombre no voy a mencionar aquí, por si acaso las querellas...
Esto significa dos cosas: que por ahora seguiré con mi tesis y que durante estos tres meses tendré trabajo doble (el de la tesis y el de la farmacéutica). También significa que me quedo sin vacaciones de verano, asándome al rico calorcito infernal de Madrid, pero en fin... ¡todo por la ciencia! :P
Más que nada voy a seguir trabajando en el labo de siempre y sólo me tendré que pasar de vez en cuando a por muestras al labo de esta gentecilla (y menos mal, porque está donde Buda perdió el mechero aquella noche de juerga...).
Hoy he estado allí casi toda la mañana, básicamente esperando en una butaca de cuero en una recepción con una enorme pecera llena de peces tropicales, con breves periodos de firma papeles por cuatriplicado para gente muy ocupada. Mañana iré a por muestras y al tajo...
No os puedo comentar mucho del asunto, porque entre esos papeles que he firmado, a parte de las clausulas habituales sobre venta de almas y demás, constaban diversos contratos de confidencialidad, pero más o menos la cosa va así: esta gente se dedica a buscar en el fondo del mar (de ahí la pecera; tienen un equipo de submarinistas recorriendo el mundo y todo...) substancias que puedan servir como anti-cancerígenos. Ahora mismo tienen un par de candidatos prometedores, pero no saben exactamente cual es su diana dentro de la célula. Ahí entro yo y mis pasmosas habilidades con la microscopía electrónica.
En fin, ya os iré contando como va la cosa. Shalom y buenos alimentos...