Muerte y asco en perpiñán 2: en la parra estoy y no se donde voy...

De nuevo tarde, por alguna ignota razón esta mañana he decidido esperar el bus, en lugar de irme andando directamente a la uni.

Como de costumbre, el bus de las 11 menos cuarto, el del final de línea alternativo, no ha aparecido. Impertérrito, me he decidido por seguir esperando, canturreando viejos temas de Warren Zevon que me venían a la cabeza...

Media hora después, compadeciéndome de mi falta de visión, cansado y cabreado con todo el gremio de transportistas públicos de Francia, me he levantado de la nueva y chanante parada. Bajo un sol de justicia me he encaminado a la facultad, consciente de que iba a llegar a la hora de comer, cosa no muy bien vista en ningún puesto de trabajo.

Hasta que no he llegado a la universidad y he encontrado la verja cerrada, no he caído en ello. Me he dicho: "hoy es fiesta nacional en Francia".

Tras saltar la valla poco elegantemente, he conseguido colarme en la facultad, he metido todas las placas y PCRs a 4ºC y he vuelto a salir antes de que a algún guardia francés le diese por dispararme.

A apenas 10 cm de mí, una simpática ardilla me observaba con curiosidad científica.

Por una vez debí hacer caso al instinto que todas las mañanas me dice que no salga de la cama...

He vuelto a casa y he pasado el resto del día fotochopeando y componiendo resultados (no, no es hacer trampa... sólo es hacer aún más real la realidad...).