Hace unos días, saltó la liebre de un grave problema que afectaba a los DNS, los servidores encargados de traducir las direcciones que metéis en las barras de vuestros navegadores a sus correspondientes direcciones IP (por ejemplo: www.google.com en 66.102.9.104).
Este fallo parece ser tan antiguo como la misma red y virtualmente permitiría a algún desaprensivo redireccionarte de la página web en la que estás entrando a cualquier otra que él quisiera (por ejemplo, de la página web de tu banco a una copia idéntica, que se queda con tus datos y les da el uso que te puedes imaginar...).
Al parecer la cosa ha sido lo suficientemente grave para que todos los grandes fabricantes de software hayan estado trabajando silenciosamente para parchear el fallo lo antes posible y que la cosa quede en nada... tejiendo un parche para toda la red :P.
Para los que os apetezca, tenéis más info en Kriptópolis, un recomendable blog para los que les interesen los temas sobre seguridad informática...
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